PROYECTO: SI ME CUIDO, CUIDO A LOS DEMÁS
SESIÓN
1: Ropa
tendida al sol.
Aprovechar
los momentos en que echamos la ropa al cesto de la ropa sucia,
ponemos la lavadora, tendemos la ropa, etc., es una buena oportunidad
para explicarles a los niños cómo ahora es muy importante que
lavemos más a menudo la ropa que usemos, sobre todo si salimos a la
calle a comprar, con el fin de desinfectarla y evitar que el virus
entre en casa.
Dispondremos
de pinzas de madera de tender la ropa en las que figuren escritas
distintas letras, entre ellas las que componen el nombre del niño, y
mezclaremos estas pinzas con el resto de pinzas en el cesto o caja
donde las guardemos.
El adulto mostrará al niño cómo se tiende la
ropa en un tendedero plegable, con pinzas que no incluyan letras,
acción qué tratará de hacer el niño y que implica una gran
destreza en motricidad fina.
Dominada
la técnica, se le dará el cesto que contiene las pinzas con letras
pintadas y se le indicará que, de todas ellas, tome aquellas que
forman su nombre, que las aparte del resto de pinzas, que las ordene
sobre la mesa hasta que forme el nombre, y por último que tienda las
prendas de ropa que necesite para colocar en la cuerda todas las
pinzas con las letras de su nombre en el orden en que las tiene sobre
la mesa.
Como consolidación final de la actividad, el
niño se sentará sobre una mesa frente a la cuerda de la ropa y en
un folio, en el que trazaremos una línea como pauta, tratará de
reproducir la grafía de su nombre fijándose en las letras ordenadas
sobre la cuerda, con dos opciones.
Opción 1: Hoja con línea de pauta, para que se fije únicamente en la cuerda de tender. | Opción 2: Escribirle el nombre en la parte superior de la hoja para que lo reproduzca sobre la pauta. |
NIEVES
|
Ahora, toca recoger la ropa, doblarla,
clasificarla y repartirla de una forma divertida.
Les
enseñamos cómo se dobla cada prenda para que lo vayan aprendiendo
por imitación, por ensayo-error, con la práctica y con nuestro
apoyo, lo que también contribuirá al desarrollo de la motricidad
fina. Vamos a hacerlo sobre una mesa amplia como puede ser la del
comedor.
Sobre
la mesa vamos a delimitar espacios, tantos como miembros en la
familia haya, de tal forma que en cada uno de ellos colocaremos una
foto con el nombre en mayúsculas. Así, a medida que el niño dobla
una prenda de ropa, tiene que colocarla en el espacio de la persona a
quien corresponde.
Una vez doblada, clasificada y apilada toda la
ropa, se procederá a su reparto por habitaciones según su
propietario. Previamente trazaremos en el suelo con tiza, o con
cuerdas, una línea que marque el recorrido desde el comedor-salón
hasta cada una de las habitaciones.
El
niño tendrá que trasladar cada una de las torres de ropa desde el
salón a la habitación correspondiente, caminando sobre la línea
sin salirse y evitando que la torre de ropa que sostiene entre las
manos se le caiga por el camino (equilibrio dinámico y de objetos),
hasta dejarla sobre la cama de su propietario.
El
camino lo podemos dificultar lo que queramos, incluyendo curvas,
zigzags, etc., pudiendo variar la dificultad en cada ramificación
para las distintas habitaciones.
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